En la sociedad actual hay un abanico amplio de diferentes estilos de vida y alimentación: los omnívoros, los vegetarianos, los veganos, pero cada vez más están apareciendo diferentes maneras de alimentarse, como los flexiterianos y también crudiveganos. Pero, ¿qué diferencia hay entre ellos? ¿Esto es una moda o una elección de vida?

Años atrás, la alimentación 100% vegetal se podía ver como una opción propia de hippies y ecologistas o de personas obsesionadas con la salud según la opinión de la población en general que mayoritariamente era omnívora. En realidad, ser vegano hace una década no era tan complicado ya que la dieta mediterránea es variada en frutas y verduras. Pero es cierto que alimentarse de forma vegetal hoy día es más fácil, ya que el veganismo está en aumento por lo que existen más recursos y establecimientos veganos, vegetarianos y veg-friendly.

La prevalencia de este tipo de alimentación ha aumentado según el informe titulado The Green Revolution en el que ha plasmado en cifras el nuevo consumidor español que apuesta por un estilo de vida libre de productos de origen animal. El estudio se realizó a través de 2.000 encuestas telefónicas que permitieron concluir que un 7,7% de la población se define como veggie, de entre los cuales un 0,2% son veganos, un 1,3%, vegetarianos y un 6,3% se definen como flexitarianos. De las motivaciones para optar por este estilo de vida, el 60% se declaró animalista, el 21% alegaba razones de sostenibilidad y ecología, y la salud era la preocupación principal del 17%.

Por este motivo, nos llegan a la consulta de Atención Primaria (AP) más personas solicitando un cambio de alimentación omnívora a vegetariana, vegana o si ya han empezado que les revisemos si lo hacen correctamente ya que tienen miedo o preocupación ellos o sus familiares por ¿si les faltará algún nutriente? ¿Tienen que suplementarse?

Normalmente somos los profesionales de enfermería que realizamos estas recomendaciones en las consultas de AP, y por ello tenemos que estar actualizados sobre este tipo de alimentación sin que nos genere estrés, dudas, miedos y digamos “¿por dónde empiezo el consejo alimentario a una persona vegetariana?” y caigamos en paradigmas, mitos que no sean reales.